
Ni era para reírse ni para ponerse triste, aunque al mirar a mi compañera HA366XC, Helena, que coño, no la vi contenta. El caso es que habían pasado un año y tres meses desde nuestra partida de Tierra a 2,3 millones de kilómetros, y contábamos ya con volver para tomarnos dos años de vacaciones. Esto lo ganamos en la huelga del 2302, tanto tiempo trabajando, otro tanto igual para disfrutar. Y también obtuvimos otras ventajas, como la de navegar como mínimo dos cosmógenes, pudiéndonos elegir entre nosotros.
Helena, la orden es clara, tenemos que descubrir en El Triángulo de donde emana una fuente de energía, encontrarla, analizarla y, lo de siempre, muestras para el laboratorio.
Si Roberto, -yo soy el código VV171CYV-, y no es que esté cansada de ti, pero se nos están agotando las reservas de Primux.
Bueno, ya se que con el Primux se goza como Dios, pero imagínate que la fuente de energía sea la marihuana, follaríamos como hace trescientos años.-Le dije para que sonriese.-
Aproveché para abrazarla, os aseguro que valía la pena, y empecé a sobarla con ánimo de llegar a más, pero ya sabéis, cuando ellas no quieren no hay quien las pinche. Total que nos fuimos los dos a ordenar a la computadora Hellix que buscase con el telescopio/laser UVM la procedencia de la energía. Al poco rato nos dio las coordenadas.Hellix nos marcaba un punto situado cerca de Ariel, uno de los satélites de Urano y nos preguntó con su voz cavernosa:
-¿Quuueereeis iiir?
- Si, navega hasta allí, Hellix.
En un nanosegundo estableció la órbita, la velocidad de crucero a 1,200 m/s, y allá nos fuimos a cumplir la orden del Gran Maestre Espacial.
Llegamos en 9,5 horas después de una confortable navegación de 82.000 miles, todo el tiempo contemplando Urano, hasta que vimos aquello detrás de Ariel, una esfera, o mejor una especie de ovoide gigante, de unas setenta millas de alto y cincuenta de circunferencia, con dos alas motrices a los lados, una especie de brazos de media milla cada uno. Un alien/satélite escrupulosamente pintado en color ébano, del que en su parte superior refulgía un halo de luz intensa y brillante, bañada por nebulosas con los colores del espectro solar, sin el negro. Era la fuente de energía captada en Tierra.
Hellix nos preparó el equipo necesario para hacer una visita a OVO6/6^HV, para el nombre no discurrimos mucho y los códigos están prefijados. Nos pusimos las mallas de tejido nuclear, que nos mantendrían con vida ante cualquier agresión del medio o agente desconocido, nos montamos cada uno en su Plan-off y fuimos a ver que era aquello.
Cuando estábamos a su alcance se abrió la parte superior, y salió de la misma una plataforma desde la que nos hacían señales de bienvenida unos cyborg/ovus, descendimos y al momento vemos nuestros cuerpos desnudos en las pantallas frontales de los cyborg, era indudable que nos analizaban. A continuación, y sin saber como, nos encontramos dentro de una sala circular, con un radio de 33 m., las paredes con el mismo color ébano, pero con una especie de brazos con mangos pintados en la circunferencia a mediana altura.
Lo sorprendente, y que nos provocó una reacción impensable, fue ver en el centro una especie de compuesto gelatinoso entre rojo y granate, pero que en realidad, se parecía a la yema de los huevos clonados de hace seis siglos. Y en ese momento, y encima de la yema aparecieron...¡una docena de huevos!...con brazos, seis con una especie de coronilla roja en la parte superior y seis de oro.
Y abrieron la boca, si es que se puede llamar boca a lo que abrían, y nos contaron que procedían de la Galaxia Enana de la Osa Mayor a 300.000 años luz. Su viaje se debía a motivos de subsistencia, pues habían sido muchos y ahora no llegaban a mil. Habían visto la cantidad de hijos que tenían los nuestros, y después de investigar y analizar en profundidad nuestra naturaleza, habían llegado a la conclusión de que necesitaban copular con nosotros y salvarse, ya que de esta forma mezclarían nuestra ovoalbúmina con la de ellos.
Helena y yo nos miramos espantados, y ella no pudo aguantarse:
--¡Menuda encerrona!, gritó.
Pero en ese momento ellos se habían tumbado en parejas, corona roja con corona oro, en el suelo de yema, y unieron sus brazos y mangos, en los que aparecieron algo así como tres dedos con los que se agarraron, y comenzaron una danza frenética y jadeante, los Ovus Rojo con un carajo asombroso, y las Ovus Oro con un agujero que era un poco extraño.
Y deseándolo, nos dejamos arrastrar fervientemente hasta la yema, y miré a Helena y vi que estaba desnuda pero toda cubierta por una gelatina blanca, y me miré y vi que yo también, me parecía clara de huevo, y sin notarlo estaba estirado sobre la yema, y la Ovus había agarrado mis manos con sus tres dedos, puso el hueco de su parte inferior cerca de mi miembro, y éste, solícito, entró...y aquello se convirtió en una visión total y absoluta del Cosmos. Y vi a Helena que era como una Venus gloriosa. Y no sabemos cuanto copulamos, y después también fornicamos, jodimos y follamos con los Ovus correspondientes. Como repetimos con todos, ni ella ni yo supimos las veces.
Nuestra apariencia al volver debía ser un tanto rara, pues Hellix, nada más observarnos, nos dijo que nos había preparado las Revival Chambers, y allí nos fuimos, pero solo utilizamos una, y menos copular hicimos todo lo demás, y tuvimos siempre la misma visión del Cosmos, lleno de Ovus con brazos y halos de todos los colores. Menos el negro.
Hellix envió el Primux al espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario